Historia conjunta en el forum...

- ¡Siéntate de nuevo! Aún no he acabado. Y la falda me gustaba como estaba. Y ya que estamos a ello, esa tanga azul celeste me parece perfecta. ¿Te depilas completamente?
 
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"Perdon....Señor?" Pregunto con incredulidad Gabriela al oir esto. Nuevamente, su vanidad entro en juego, y en menos de un segundo estaba furiosa. ¿ Como se habia atrevido ese tipo a pedirle eso?

Gabriela camino unos pasos en direccion de Angel, y con mucha seguridad lo observo directamente a los ojos, esperando una explicacion.

"Me gustaria que me explique bien eso que acaba de decir...Señor.." Dijo secamente Gabriela, levantando una ceja inquisitivamente.
 
La principal regla es que yo soy el jefe y tu la asistente. Cuanto antes comprendas esto, antes podremos pasar al siguiente estadio. Tu comenzaste el juego del coqueteo, ahora la partida seguirá y solo si yo gano ganaremos los dos. Ahora tráeme un café, fuerte, dulce y muuuuy caliente.
 
Gabriela se limito a observar a Angel fijamente, con una furia contenida en su mirada. ¿Deberia quedarse asi, como si nada hubiera pasado? Pero rapidamente su mente comenzo a planear cosas maliciosas...

Quizas seria mejor asi. De esta forma, podria usar a Angel y sus insinuaciones para subir mas rapidamente en la empresa..

"Si Señor.. voy por su cafe..."Dijo finalmente, sonriendo ligeramente mientras sujetaba la base de su faldita y la subia unos cuantos centimetros discretamente, mostrando un poco mas sus bellas piernas.
 
Esta partida de ajedrez iba a ser con mucho la que mejor sabor de boca le iba a dejar de las muchas que había jugado.

Esa rabia se convertiría en dulzura, esa carácter dominante se convertiría en sumiso y ese cuerpo precioso sería suyo, totalmente y sin limitaciones.

Gabriela entró con dos cafés y los puso en la mesita junto al sofá.

-Tráelos aquí, a la mesa. Vamos a trabajar un poco. Y tutéame, llámame Señor, pero tutéame.- Otra vez esa sonrisa...

Gaby buscó otra silla dándose cuenta de que él estaba sentado en la única que había, así que se sentó de nuevo en la mesa... con las piernas ligeramente separadas, pensando:
 
¿Tutearlo? Gabriela no entendia... primero Angel le cerraba la puerta...

¿Y ahora la abria?.. en fin..

Al estar sentada ahora asi, frente a su jefe.. sin cruzar las piernas y con la faldita algo levantada... Gabriela se sintio mas expuesta que nunca. ¿Sera visible mi tanga? Penso con algo de mortificacion..

Sabia que en este juego que acababa de comenzar, su mejor arma seria su coqueteria para eventualmente, volver loco de amor a Angel.. y asi conseguir sus objetivos en la empresa.

"¿Vamos entonces a revisar algun tema de la empresa, Señor?" Dijo friamente Gabriela sin tutuear a su jefe, mientras arqueaba ligeramente su espalda y abria apenas unos milimetros mas sus piernas....
 
- ¿Tema de la empresa? Es una forma de decirlo. Si lo quieres el puesto es para tí. La única condición es que aceptes obedecerme en todo lo que te pida. Tengo informes de tu anterior empresa y se como te las gastas, así que si tu eres dócil, yo seré un buen jefe, pero si no lo eres, tu carrera en esta empresa será efimera. Ya se te informó de cual será tu sueldo, primas y beneficios. ¿Aceptas o mando pasar al siguiente candidato?
"Carajo, esto se me esta yendo de las manos" pensó Gabriela.-¿Puedo pensarlo un poco?- preguntó para ganar tiempo.
- No. Las condiciones no van a cambiar, así que decídete ahora.
- Bbbuueno, vale, acepto.
- OK. Llama a tu casa, tu novio, marido, amante o lo que quiera que tengas y di que vas a pasar una semana fuera por motivos de trabajo. - Pulsando el intercom - Paula, por favor, di al resto de los aspirantes que el puesto está cubierto, gracias. - Volviéndose a Gabriela - Bien Gaby, ¿Qué esperas? Haz esa llamada. - Otra vez al intercom - Paula, cariño, tráeme un café, gracias.

Esta última frase le extrañó mucho a Gabriela, ya que el café que ella había traido estaba intacto sobre la mesa.

Paula entró sin llamar, una chica bajita, morena y con un bonito tipo, falda cortita, blusa vaporosa semi-transparente y zapatos de tacón negros, y acercándose rodeó la mesa e hizo la cosa más extraña que Gabriela había visto jamás: Se arrodilló sentando su culito sobre los talones, las rodillas un poco separadas, la cabeza erguida pero la mirada baja. Beso la taza que traía y se la ofreció a Angel en un hermoso movimiento.

Angel le sonrió, tomo la taza, besó ligeramente a Paula y le dijo: - Puedes irte Paula, gracias.

Se levantó con una elegancia que solo da la práctica y salió del despacho.

- Así me gusta que me sirvan el café.

Gaby no sabía si su alma estaba dentro de su cuerpo o no. Balbuceó: - No me ordenarás que haga eso, ¿verdad?

- No. Lo harás sin que te lo ordene.
 
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Gabriela apreto los puños discretamente, sintiendose indignada. Una cosa era el sutil coqueteo, y las insinuaciones. Ella podia manejar eso.. pero este tipo estaba ahora pidiendole descaradamente ser una especie de.. esclava sexual...!

Uff...¿ Que hacer? Por un lado... las condiciones de salario en esta empresa eran excelentes.. realmente no podria encontrar algo mejor en ningun otra parte. Pero.. ¿A cambio de que?

Por otro lado... algo en la forma en la que Angel la miraba la hacia sentirse.. rara. Su jefe no era mal parecido y ademas... Gabriela penso acerca de su situacion, ya que llevaba algunos meses sin novio..

Algo inquieta, Gabriela respiro profundamente y trato de concentrarse en la situacion actual. Despues de unos segundos, habia tomado una decision...

Con mucha firmeza dijo: "No tengo que avisarle a nadie si estoy fuera una semana.. por el momento estoy soltera.. pero no soy una niña estupida como la tal Paula, asi que me tendras que decir directamente que planes tienes para mi.."
 
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- ¡que planes tienes para mi..Señor! - La palabra sonó en la boca de Angel como un latigazo. - Tienes aún muchas cosas que aprender y ante todo, no te voy a consentir que trates a nadie en esta empresa como trataste a Paula cuando te invitó a pasar a mi despacho, ni tampoco que la insultes, denigres o minusvalores. ¿Queda claro?

- Ssssi.

-Hasta ahora tu carrera profesional a estado marcada por toda una serie de desencuentros con tus compañeros y colaboradores. Eres una niña mimada que necesita una dosis de humildad y una mano firme que la guíe. Aquí está la mano. - Dijo Angel mostrando una mano diestra, grande y fuerte a la vez que elegante. - Tuya es la opción, acéptala o continúa creyéndote una princesa hasta que cuando te des cuenta tu belleza se habrá marchitado y no tendrás a nadie a tu lado. Acéptala y pronto liberarás tu verdadera belleza, la interior.

Gabriela se quedó pensativa y a la vez excitada. Hacía muchos años que nadie la regañaba como a una niña pequeña y la figura paterna, años ha desaparecida, se echaba en falta en su vida.

- Por cierto, por mi acento te habrás dado cuenta que soy español, así que no quiero sustos ni risitas cuando te diga "coje una silla" o cualquier frase similar. ¿Algo más a aclarar?
 
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Gabriela se quedo en silencio, sintiendose increiblemente excitada ante el regaño. Solo su padre la habia tratado asi.. y siempre cuando ella se portaba mal terminaba en su regazo recibiendo unos azotes.

Y el recibirlos.. por alguna extraña razon, le encantaba... aunque su padre nunca se dio cuenta de eso.

Claro esta, no le habia dicho de esto a nadie. ¿ Que clase de pervertida creerian que era si dijera algo?

"No trate mal a nadie.. pero Paula debe entender su lugar al atenderme.." Contesto secamente Gabriela, levantando una ceja. "Ademas.. si soy bella, pues no es mi culpa..."
 
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- Si, eres bella y no es tu culpa... ni tu virtud, toda falta de respeto es un maltrato y todo maltrato debe tener su castigo. Yo seré siempre el juez y el verdugo. Soy justo, pero implacable. ¿Aceptas sin restricciones?
 
Gabriela camino lentamente de un lado para el otro, pensando acerca de lo que acababa de decir Angel. El juego habia cambiado, ya no era un simple coqueteo.. al parecer, ahora iba en serio.

Nerviosa, volteo a ver a Angel, que sentado en la silla esperaba con calma su respuesta.

Finalmente, despues de unos cuantos segundos...Gabriela respondio:

"...Acepto..."
 
- Bien, acabas de dar el primer paso a un nuevo mundo. A partir de ahora te llamaré siempre Gaby en privado y Gabriela en el trato profesional. Gaby hará todo lo que yo le diga, sin discutir. Gabriela será mi colaboradora en todos los temas de arquitectura. Dame tus medidas y tallas, Gaby. - Por el intercom: - Paula, reserva mesa para Gabriela y para mí en el restaurante japones Heian y organiza que preparen el apartamento que usamos para las brain storming, por favor.
 
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Gabriela dijo en voz baja:

"91 62 92" y se sento en un costado del escritorio, arqueando ligeramente la espalda en una postura sensual. Al oir las instrucciones de Angel, acerca del departamento de brainstorming.. entendio que para lo que menos se usaria ese sitio seria para algo de la empresa.

A pesar de todo.. muy en el fondo sentia un calorcito riquisimo por estar en esta situacion. Habia roto con su novio hace 3 meses, un tipejo falto de caracter que no habia podido estar a su altura.

Y bueno.. 3 meses es bastante tiempo para estar sola. Sus energias sexuales necesitaban un desahogo urgente.. y ya.
 
176 de altura, 38C, un 39 de pie y talla 38. ¿Me equivoco mucho? Toma - dijo dándole una cinta de medir de costurera - necesito las medidas de tus muñecas, tobillos y cuello. Aunque... mejor aún - por el interfono - Paula, cariño, pasa un momento a tomarle las medidas a Gabriela. Va a necesitar ropa nueva. Gracias. Bueno, esto ya está en marcha. Voy a salir un momento, espera aquí. Se cortés con Paula. Y esto si es una orden.
Se acercó a ella y como al descuido, le dió un ligero beso en la mejilla y salió del despacho con el paso ágil de un felino.
 
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Gabriela se quedo quieta, mirando como Paula entraba y sin siquiera pedirle permiso le tomaba medidas de todo..

La chica trabajaba de forma rapida, como si hubiera hecho esto constantemente, y diligentemente le midio la cintura, piernas, cuello, etc..

"¿Te podrias apurar..?" Dijo friamente Gabriela, empezando a impacientarse. Una cosa era aguantar a Angel, otra a su... Esclava, o quien sabe que sea...

Paula solo sonrio calmadamente, y le dijo:"Las cosas van a cambiar mucho para ti, hermana..."
 
Al volver a su despacho, Angel le pidió a Paula una copia de las medidas de Gabriela para su archivo particular. Le gustaba trabajar con las manos y a veces hacía trabajos en cuero, trabajos especiales a medida, por supuesto.
- ¿Se ha portado como una zorra?
- Solo lo justo. Va a ser un trabajo duro, Señor.
- Ni la cuarta parte que fue el tuyo, preciosa, esta solo es una niña consentida y caprichosa. Tu eras una gata salvaje.
Soltando una carcajada Paula contestó:
- Si, creo recordar algo de eso.

- Pasa conmigo al despacho, vamos a comenzar a domar al dragón. – Dijo con sorna.

Angel entró en el despacho y allí estaba Gabriela, en el sofá, semitumbada y con cara de pocos amigos. Al ver a Angel se sentó un poco más erguida y descruzó las piernas... "Carajo", - pensó al ver que Angel había cambiado de ropa - antes estaba bien en ese traje de ejecutivo, pero ahora... impresiona". Todo de negro y con una pequeña cadenita de plata con un colgante en forma de trisquel que se veía por el cuello del polo.

- Ven aquí, Gaby.

Ella se levantó y se acercó contoneándose como una gata en celo.

El sacó un foulard negro del bolsillo y poniéndose tras ella le vendó los ojos.

- Ahora vas a hacer tu primer trabajo... vas a calcular la resistencia de esos enganches de la pared. - Le susurró al oido.
 
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Sin oponer resistencia, Gabriela sintio como Angel firmemente le colocaba el foulard, y trato de imaginarse como se veia en ese momento.

Inclino ligeramente la cabeza a un lado, y coquetamente pregunto:

"¿Me ayudas a llegar a la pared con los amarres? Creo que no puedo.. ver.."

Lo unico que le molestaba era la presencia de Paula. Gabriela se sentia con mucha confianza para emplear sus tacticas femeninas con Angel.. pero estando otra mujer presente, era como jugar a las cartas con un espia.

Esta seria una pelea de gatas, penso...
 
Gabriela - "No, ahora soy Gaby" - oyó como se abría una puerta del armario, estar privada de la vista era intranquilizante, pero le estaba gustando la sensación. Oyó a Angel - "No, a mi Señor", pensó y notó un calor subiendo por la entrepierna - decir:

- Paula, por favor, alcánzame esa mordaza de bola, Gaby tiene que aprender a estar callada.

Esto la puso aún más nerviosa, pero las manos de Angel desabrochando los botones de su blusa fueron una sensación mucho más fuerte.

Notó a Paula acercarse.

- Abre la boca. - Le dijo con suavidad.

Gaby obedeció a la vez que Angel le desabrochaba el sujetador. Y casi se puso a llorar cuando Paula le puso en la boca la bola de la mordaza y abrochó la hebilla. Pero a la misma vez, se sentía excitada con Paula delante suyo y Angel detrás. Sus senos se liberaron rebeldes de la prisión a la que estaban sujetos y los tirantes se deslizaron por sus brazos. Las fuertes manos de Angel acariciaron brevemente sus caderas antes de soltar el botón y comenzar a abrir la cremallera de su falda, que cayó sobre sus pies.

- Ahora el tanga, - dijo en un susurro Angel en su oido, y lo bajó deslizando sus manos por sus caderas, muslos, piernas hasta que quedó también en sus tobillos.
Angel tomó suavemente el pie derecho y le dijo:

- Da un paso adelante, Gaby.

Obedeció y salió de entre sus ropas, estaba desnuda ante este par de desconocidos y se sentía más caliente que en toda su vida anterior.

"¡Joder, que buena está!" Pensó Angel. La revisó de abajo arriba: bonitos pies aún en las sandalias de tacón de aguja, sueves y estilizadas pantorrilas, torneadas piernas con buena musculatura ¿aerobic y cinta de correr?, un culo firme y tenso que seguro que había sido la perdición de más de uno, una barriguita plana, tensa, unos pechos plenos, firmes aún, parecían naturales lo que lo excitó aún más, cuello delicado sobre unos bonitos hombros bien desarrollados, una boca de labios gordezuelos de fresa que invitaba al pecado... "¡Que mujer!"

- Ahora, ven conmigo, yo te guío.

Angel la acercó hasta que estuvo junto al brazo del sofá y le dijo:

- Recuestate sobre el brazo del sofá, Gaby.

Gaby se arrodilló en el suelo y se apoyó en el sofá notando que Paula le agarraba ambas manos y le decía:
- Apreta fuerte, te ayudará.

Oyó a Angel decir:
- Te pedí que te portases bien, pero os oí cuando os dejé a solas. Paula me pidió que no fuese demasiado severo y le voy a conceder ese deseo, pero tu altanería va a ser castigada. ¿Estás de acuerdo?

Gaby asintió lentamente con la cabeza. Estaba excitada, se sentía humillada y ¡le gustaba!

Angel comenzó a acariciar sus firmes nalgas, la parte alta de sus muslos, el interior de sus piernas, pero sin tocar su vagina... El primer cachete la pilló desprevenida y apretó las manos de Paula con toda su fuerza, pero la mordaza le impidió gritar. Más caricias...

"Bueno, la sensación no fue tan mala, duele un poco, pero no demasiado."

Angel comenzó a darle palmadas suaves alternadas con otras un poco más fuertes, siempre mirándo sus reacciones para evitar hacerle demasiado daño, aunque eso Gaby no lo sabía. Estaba muy ocupada con las diferentes sensaciones de estar cegada, amordazada, agarrada a Paula, acariciada su espalda y piernas por Angel a la vez que su hermoso y turgente culito recibía una "atención especial" que lo iba poniendo de un hermoso color rosado.

Pasaron unos minutos más y la mezcla de placer y dolor iba haciendo que Gaby se sintiese más y más caliente y de repente Angel paró, la besó en el cuello y le dijo:

-Esta parte del castigo ha acabado.

Gaby se relajó un poco, sintió como la ayudaban a levantarse y la acercaban a la pared. Angel le colocó en los brazos una especie de muñequeras que se cerraban con velcro e hizo otro tanto en los tobillos. Le quitó la venda de los ojos y le dijo:
- Quiero veas lo que va a pasar, es la otra parte de tu castigo.

Enganchó con mosquetones de escalador las muñequeras y tobilleras por unas argollas que tenían y fue sujetando cada miembro a los anclajes de la pared en una posición que recordaba al "hombre de Vitruvio" de Leonardo.

- El segundo castigo es que veas lo que tu no tendrás hasta que yo decida. No te haré el amor hasta que crea que te has comportado como una buena chica. Tu derecho a tener orgasmos queda suspendido hasta nueva orden.

En ese momento, Gaby se dió cuenta de lo excitado que estaba Angel y que Paula se acercaba a el, se arrodillaba con esa gracia que ya había notado antes y apoyó la cabeza en la pierna de Angel.

Angel le acarició la cara en aceptación del ofrecimiento. Paula se levantó y tras encender la música comenzó a bailar a la vez que hacía un strip tease, solo tenía ojos para su Señor, pero era también una forma de decirle a Gaby... A ver si tú mejoras esto.

Angel se estaba quitando la ropa también... "¡Carajo, y tanto que está en forma ese cabrón!" Cuando se quitó los boxers (negros también) su pene erecto le pareció un caballo salvaje saliendo de un corral. Solo llevaba encima la cadenita con el trisquel y Gaby pudo estudiarlo concienzudamente (tanto como la lujuria que asomaba a sus ojos le dejaba). Se notaba que iba al gimnasio, pero sus músculos no eran de culturista, sinó estilizados y definidos como los de un luchador, su miembro era de tamaño medio, unos 15 ó 16 centímetros aunque bastante grueso. No estaba circuncidado (había oído que eso era lo normal en Europa) y estaba bastante moreno como se podía ver por la marca del bañador...

Angel se sentó en el sillón del escritorio y Paula ya completamente desnuda se acercó a el, se volvió a arrodillar y tomando el pene con la boca comenzó a chuparlo mientras Angel le acariciaba las bonitas tetas ("pero mucho más pequeñas que las mías" pensó Gaby).
 
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Gabriela apreto inconscientemente la mordaza, tensando su bello cuerpo al ver lo que estaba sucediendo. Se sentia increiblemente caliente ya estando asi... sujetada, dominada... domada.

Solo se oian los humedos sonidos de la ansiosa boca de Paula succionando vigorosamente el poderoso falo de Angel, mientras este miraba a Gaby luchando ligeramente contra sus ataduras, casi como una tigresa que ve como un venadito se le va de las manos.

"Uff... "Penso Gaby. Ver los dulces labios de Paula apretandose alrededor del venoso miembro de Angel la tenian salivando. Pero a pesar de todo, no podia evitar sentir una vanidosa satisfaccion al tener la plena seguridad de que ella podria hacerlo mejor.

"Esa estupida.. " Penso. "No esta mamando bien la punta.. uff... si yo estuviera ahi..."

Al ver otro "error" evidente en la forma en la que Paula felaba a Angel, Gaby se puso tensa nuevamente.

"Otra vez?" Penso algo irritada. "Si yo estuviera ahi, ya hubiera hecho que Angel se viniera 3 veces.... ademas de que yo SI me la podria meter toda en la boca..."

Sin poder hacer mas, Gaby se dedico a admirar la musculatura de su nuevo Jefe. Era un tipo esbelto, pero fuerte. Sus brazos eran poderosos, y sus piernas tenian una bien marcada musculatura... pero lo que mas le llamo la atencion, fue ver que Angel tenia un palo muy grueso, chupable.. de aspecto delicioso.

Cerrando brevemente los ojos, Gaby imagino mil situaciones eroticas con tan apetecible instrumento..

Imagino esa poderosa verga rompiendole el culo sin piedad hasta hacerla gritar de placer... tambien la imagino metiendose hasta el fondo de su garganta, una y otra vez, hasta que finalmente la dejaba llena de leche espesa y salada...

La visualizo impalando violentamente su delicada concha, ensanchandola brutalmente, casi al limite.. por horas...

"Dios, ya no aguanto...." Penso Gaby mientras sentia una sutil humedad crecer entre sus piernas. Todo su cuerpo estaba a mil ahora, y necesitaba con urgencia sentir algo dentro.

Resignada.. siguio mirando el espectaculo.
 
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Angel veía la cara que ponía Gaby y se imaginaba la cara de viciosa que pondría cuando se la chupase y eso lo enervaba aún más.

Paula era bastante buena en sexo oral, pero no era capaz de tragarse entera una verga de aquel calibre, sin embargo Gaby parecía de las que podía hacerlo sin muchos problemas.

Agarró la cabeza de Paula con ambas manos y forzó un poco más adentro, casi hasta axfisiarla. quería que viese hasta donde estaba dispuesta a llegar por él.
Paula estaba a punto de atragantarse cuando la sacó lo suficiente como para que pudiese respirar, aunque siguió succionandola como una posesa.

La sacó de la boca de la preciosa Paula y levantandola con facilidad la puso a cuatro patas en frente de Gaby, de forma que pudiese verlo todo con claridad. El color rojo de los senos de Gaby demostraban lo ansiosa de sexo que estaba, pero aún tenía que ver un poco más de esta función que parecía exprofeso hecha para ella.

Angel se introdujo en el estrecho coñito de una sola estocada y Paula gimió como una perra en celo. Siguió bombeando hasta que ella gritó y se sacudió en un orgasmo salvaje, primitivo, de hembra en celo follada por un hombre de verdad. Unos segundos después, Angel tenso como la cuerda de una guitarra, se salió de su conchita y dándole la vuelta se la volvió a meter en la boca, corriéndose dentro de ella.Paula chupó y tragó y volvió a chupar y a tragar hasta que a su adorado Señor no le quedó ni una gota y cayó laxo en el suelo. Angel la agarró del pelo acercando su cabecita a la suya, le dió un beso en la boca y la recostó contra su pecho mientras miraba de soslayo la reacción de Gaby. Estaba ruborizada, pero no parecía que fuese de vergüenza.

Unos minutos después, tras darle un beso en la frente, se levantó, se acerco a Gaby, le acarició bajo la barbilla y dijo:
- Voy a darme una ducha, prepárala para nuestra cena.- Y salió de la habitación.

Paula se levantó del suelo, soltó las manos de Gaby aún temblándole las piernas y le dijo:
- Vuelvo en un minuto, tengo que traerte la nueva ropa. No hables hasta que el Señor te de permiso, pero puedes quitarte la mordaza.

Desnuda como estaba pasó al despacho de Angel y volvió con un paquete en los brazos. Gaby se había soltado las piernas y quitado la mordaza. Iba a hablar, pero el gesto de Paula (el índice sobre los labios) le recordó que Angel las estaba oyendo.

-Creo que te va a gustar, pero lo que es seguro es que te vas a ver sexy como una diosa.

Desempaquetó la ropa y comenzó a vestir a Gaby: Un precioso tanga "hilo dental" negro, un sujetador también negro que dejaba sus pezones libres, una falda de tablas azul celeste que le llegaba a medio muslo y una blusa de encaje blanco que mostraba más que ocultaba.

- Las sandalia que traes son perfectas. Espera aquí. Puedes sentarte , tumbarte o hacer el pino si quieres, pero si lo esperas arrodillada, las rodillas un poco separadas, ese precioso culito en los talones, manos en los muslos con las palmas hacia arriba, la cabeza erguida pero la mirada baja... El lo sabrá apreciar.

Y sin más ni más, se fué.
 
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Gaby camino hacia la ventana y con vanidad admiro su reflejo ahi. Haciendo una mueca tierna de satisfaccion, vio que se veia increiblemente sensual con la blusita blanca apretandose con fuerzas a su cuerpo, y mas aun al ver que la delicada prenda dejaba un generoso escote que exhibia deliciosamente la curvatura central de sus pechos.

Miro mas abajo, y vio que la faldita azul tambien cumplia el perverso objetivo de resaltar su cuerpo, ya que con cada paso que daba se levantaba unos cuantos centimetros, mostrando aun mas sus piernas y en ocasiones hasta parte de su culito.

Gaby respiro profundamente, sintiendo algo delicioso entre las piernas.

¿Como olvidarse de la tanguita negra? La descarada prenda se apretaba entre sus nalgas a tal grado que a veces era molesto. Los hilos de la misma se movian un poco con cada paso que daba, y el diminuto triangulo frontal apretaba y frotaba sus partes constantemente... lo cual, penso... quizas no era tan malo.

Incluso despues de un rato penso con ironia que su primer orgasmo en la oficina no seria el que le diera Angel sino la malvada prenda, lo cual la hizo reir un poco.

Volvio a mirarse en el espejo.. y tal como esperaba, se veia putisima.

Increiblemente sexy, eso si. Pero putisima.

Gaby se admiro durante unos cuantos minutos mas, adoptando algunas poses picaras, probando todos los angulos hasta que su vanidad quedo satisfecha.

Despues de un rato, analizo otra cuestion. ¿Deberia arrodillarse?

"Me encanta esto... " Penso. "Pero no se la voy a poner tan facil a mi jefe.. si quiere domarme, le va a costar..."

Con esto en mente, se sento en el borde del escritorio sin cruzar las piernas y con una coquetilla sonrisa espero a Angel...
 
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Angel tardó un buen rato en volver y Gaby, impaciente por naturaleza, comenzó a pensar si no se habría olvidado de que ella estaba allí, esperándo.

Cuando Angel entró, en vez de una pose sexy y autosuficiente, ya tenía cara de aburrimiento y fastidio. El control de Angel sobre si mismo era tan bueno que no dejó traslucir lo más mínimo, pero la pinta de zorra de Gaby, lo puso a cien. "Esta noche te voy a romper ese culo de golfa descarada que tienes", pensó.

- Toma - le dijo sin preámbulos -, aquí tienes los dosieres de tres proyectos que se van a poner en marcha muy pronto. Uno es una ciudad dormitorio para los trabajadores de una mina en la Patagonia de Argentina, otro es una presa en el Río Ubangui en la Republica Centroafricana y un tercero que es un resort de esquí en el Norte de España. Quiero que los estudies, presentes propuestas y prepares una presentación multimedia para dentro de 10 días. Tu serás la directora y jefa de obra de uno de los tres proyectos, al final de la semana decidiré de cual de los tres. Tienes toda la información en el laptop que está en el cajón superior de tu mesa el usuario es "Gabriela" y la palabra de paso "Roissy" tanto para el laptop como para el de sobremesa. Dentro de una hora nos vamos a comer y luego nos iremos a "La Mazmorra", que es como llamamos al apartamento en que realizamos las sesiones de brainstorming. Estaré en mi despacho si me necesitas.

Otra media sonrisa y salió.
 
Con sorpresa y decepcion, ya que esperaba algo mas erotico.. Gabriela tomo los planos y con cuidado comenzo a estudiarlos. ¡Dios, eran proyectos bastante complejos!

Necesitaria ayuda para esto, sin duda. Rapidamente, como si de un switch en su cabeza se tratara, cambio de la modalidad erotica a la profesional en un segundo.

Tomo los planos, y decidio ir al area de proyectos de la empresa para buscar gente que la ayude con la tarea. Estaba Gaby tan inmersa en su labor, que se le olvido por completo la forma en la que estaba vestida. Apenas entro al taller de arquitectura... las miradas de por lo menos 25 tipos quedaron fijas en ella.

"Eh.. perdon, soy Gabriela Costas y soy la nueva directora de proyectos..." Dijo mientras colocaba los planos en una mesa al centro. Los chicos ahi reunidos, que en su mayoria eran estudiantes, no sabian como reaccionar..

Enfrente tenian una mujer increiblemente hermosa, vestida con un atuendo sumamente sexy y revelador, y encima era su jefa...

"¿Alguno me puede ayudar con esto?" Pregunto Gabriela al grupo. Inmediatamente todos levantaron la mano, lo cual la hizo reir un poco. "No, chicos.. no me pueden ayudar todos.. a ver, tu, y tu... vengan conmigo..." Dijo ella mientras señalaba a dos de los chicos que se veian mas experimentados y los llevaba a una sala de juntas cercana.

Apenas cerraron la puerta, el barullo comenzo en el taller.

"¿Viste eso?" "¡Que culo, Dios, y es nuestra jefa!" "Te apuesto a que me selecciona a mi para el otro proyecto" "¿Sera buena mamando?" Se oia en voz baja en todos los rincones del conmocionado taller.

Ya en la sala de juntas, mientras sus ayudantes examinaban los planos, Gaby mando traer la laptop de su oficina, un cafe y hasta un chocolate de la tienda.

Cuando tuvo enfrente la laptop, la prendio y cuando llego el momento con mucho cuidado escribio el username y el pasword.

"Bienvenida, putita.. ¿Deseas revisar algun proyecto?" Aparecio en la pantalla, lo cual le dio algo de risa.

"¿Putita...?" Dijo Gaby sonriendo. "Pues.. bueno.. a ver, muestrame el proyecto del hotel en España, laptopcita putilla..."

Apretando unas teclas, la informacion fue apareciendo en la pantalla. Gabriela se concentro en los datos, sin darse cuenta que sus ayudantes no le quitaban la vista de encima. Al estar asi sentada, la micro faldita se habia subido un poco mas, y su pequeña tanga negra estaba ahora algo a la vista.

Pero en fin, Gabriela estaba ahora en modalidad profesional, y ni cuenta se daba del festin visual que le estaba dando a esos chicos. Durante media hora estuvo revisando los datos en la laptop y los planos, hasta que finalmente oyo que alguien tocaba a la puerta. Rapidamente uno de los chicos fue a abrir, y Angel entro con su imponente presencia al lugar.

Gabriela noto que los chicos lo miraban aterrados, como si estuvieran enfrente de un verdadero malvado.

Gaby inmediatamente se levanto, apago la laptop y con una actitud coqueta, dijo:

"¿Nos vamos, Señor? Me muero de hambre..."
 
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